vidrio transparente del existir y
barda irrompible.
A su través se observan gotas móviles
de cuando la reina despertó,
y trajo consigo las pasiones que le brindaron
un color azul amargo.
Hoy giran y giran sin cesar,
en campos obscuros de soledad.
Aquellos que primero aparecieron,
de inmediato han de disolverse en la vida.
Y sólo eso, sólo nada.