Tengo una compañera. La noche. Me abraza y respiro. Posee la característica de ser tan reventada, que su vida gira sin rumbo temporal. Pero me abraza y respiro. La noche turbia, desastroza. Ella está. Lo cuida todo.
Yo creo que por dentro, es la más hermosa del universo. Me abraza y respiro. Es un contraste más con la vida. No lee pero sabe, sabe demasiado. Piensa, piensa mucho.
Quizá su mirada se note perdida, quizá sea ella mujer transparente, misteriosa. No es trascendente. Está y está muy bien. Asi lo quiere, así lo tiene.
Hoy al despertar me hice un jugo, el nectar estaba muy dulce. Que sonrisa verme acompañado por su sabor. Era de mandarina.