Con el ritmo de la musica bien conocida del grupo mexicano, entramos a la pista. La guitarra inundaba el recinto con notas sensuales. Erguidos, duros, nos paramos frente al otro. Luego, nuestros hombros se comenzaron a mover, suavemente, hacia arriba y hacia abajo. La cabeza siguió con oscilaciones y ya el pie andaba golpeteando el piso. De pronto, ella prosiguió el tambaleo, ahora con sus caderas adosadas a las mías.
3.05 segundos duró la pista.
Vestidos y en pleno público...
acompañados de la "buena vibra"...
hicimos el amor...
bailando.
3.05 segundos duró la pista.
Vestidos y en pleno público...
acompañados de la "buena vibra"...
hicimos el amor...
bailando.