Iba por el caminito verde, cuando tropecé con un sillón. Cojines suaves, con relleno que invita al descanso, a vaciar la fatiga. Arranqué una rosa amarilla del sendero, me senté del lado izquierdo del mueble. Coloqué la flor en el derecho. Estaba descansando contigo. Curando las malas rachas de la vida.
Brillo, colores, pasión y descanso. El sol es hermoso. Y mi sillon del caminito verde también.
(a ti, que le brindas color a mi vida)