Este clima me sabe tanto a ti.
Al frío exquisito que erige mi cuerpo,
vistoso por las caricias relampagueantes
que en tus manos palpo.
que en tus manos palpo.
Soy un centinela, un guardia, un mirador.
En la cima de una torre, vigilo el día;
pero la noche no.
La obscuridad es tuya, porque eres sombra
y rayo de luz, pero incandescente.
Este clima me sabe tanto a ti
y a tu cuerpo, que como excitado.