Una vez más, leemos su pensamiento como
el humo del tabaco inspirado por la brisa:
Un árbol, las estrellas y un cigarrillo
Un árbol. Hoy llueve soledad sobre sus grandes hojas.
Éstas se doblan. Lluvia que adopta como lágrimas y
frutos que nacen del dolor.
Las estrellas. Lejos orillan, años luz orillan, y entre el
mar interestelar de señales afectivas, se muestran vivas
o palpitantes cuando respiran conmigo en la oscuridad.
Un cigarrillo. Sentado sobre la banca de la vida
extraigo de mi cajetilla de suspiros un cigarrillo. Fumo
con delicadeza el tiempo para contemplar las humaredas
de la realidad.