Una mujer con porte elegante. Su mirada es sublime, tranquila. Cuando sale a caminar, una parte de ella contrasta con el mundo, con la vida hermosa. Los tonos de negro la marcan periodicamente como aquella que no desea estar aquí.
Debió nacer en la selva más espesa y tenebrosa. Y ahí, donde los intereses gobiernan, donde los deseos personales arrasan con las almas perdidas, se crió protegida con brotes de tristeza eternos. Hasta que logró salir y vino a dar a una esquina del mundo muy particular. Una estepa clasista que le entregó la duda como regalo primordial.
Y tanto reflexionó, que la polémica visión de su mundo suavizado con tonos grises finalmente ha cambiado. Hoy marchó asombrosa con una pizca de verde.
¿Mañana, que vestirá?
