¡Atención señores!
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¡Cesen fuego!
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¡Que el paso retumbante se detenga y su respirar agitado encuentre calma! Ocurre que contrario a nuestras previsiones, nos enfrentamos contra algo sorpendentemente inesperado. He perdido un tornillo de la mente y no lo puedo encontrar.
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¡A revisar sus botas, bolsillos y gorros; debajo de la insignia alfa también! Nadie rompe filas hasta que mi pija metálica aparezca (unos cuantos soldados comenzaron a reir). ¡Rápido, rápido que el enemigo se aproxima!
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- pronto se escuchó un silbido semejante al de un chubasco y la tierra comenzo a sacudirse-
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¡Busquen, busquen! ¡Malditos sean! Dejen de caer al piso y encuentren mi capricho!
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En la trinchera opuesta, un grupo de militantes del partido humanista reían incansablemente:
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-... y pensar que bastaba con quitarle un tornillo más a la política mexicana para que se colapsara-
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Entre risas, porras y aplusos de los médicos militares, la armada del Nuevo México siguió disparando a los cielos cuantas bombas, balas y tornillos tenía en la bolsa, para lograr que el atraso social nunca más pueda levantarse otra vez.