Wednesday, February 28, 2007
Friday, February 16, 2007
Galaxia
Compré un amuleto. En el tianguis gitano, Madame Beauté habló sobre mística, acompañada de posibles sorpresas. Su discurso fue alentador y yo no contuve las ganas de comprar el objeto brillante.
Se trata de un ornamento tallado en metal de oro, pieza maestra de orfebrería. Sus contornos son sutiles como el agua tibia de un manantial en verano; además, en la base de su cuerpo y al centro, yace símbolo de fuerza: el sol.
Su parte frontal contiene un espejo muy sospechoso. Luce tan perfectamente confeccionado que cualquiera lo confundiría con producción del mejor maître de la zona. Y ahí, en su superficie lisa y provocadora, no existen los reflejos. Parece una caja oculta, sellada herméticamente para que ningún alma perdida sea capaz de internarse en su verdad.
Lo observo fijamente y parezco figura de la fantasía. Vampiro, desconocedor de una imagen propia y ajeno a mis rasgos de identidad. Mantengo mi mirada escéptica y lo contemplo profundamente. De pronto, algo ocurre. Mi cuerpo se humedece, cada una de mis células se solubiliza en el aire (y también lo que las compone). Ya no soy, ni estoy, ni siento.
La gitana mencionó que era un portal al júbilo, al nunca terminable mundo de lo utópico y hermoso. Ahora comprendo sus palabras, ahora que aparezco aquí. En el lugar donde lo único que me separa de quien amo es un manto de nube.
Tuesday, February 13, 2007
Y te escapas...
¿Qué hacemos cuando necesito que estés conmigo? ¿Cómo podríamos solucionar el simple hecho de que te deseo locamente y ya; punto, c'est fini? ¿Cómo demonios lucho solo contra la agonía de no besarte cuando quiero, de tener que sedar mi cuerpo con drogas para contener su deseo de estar contigo? ¿Y volar?
Bueno, la respuesta es muy sencilla. No existe una solución. Pésima, pero real y concreta. Me tengo que fregar la vida esperando el momento en que pueda estar junto a ti. Como si las cosas no fueran complicadas por naturaleza.
Y luego escucho al imbécil gritar que no somos nada, que los átomos del cuerpo son espacio vacío, que la energía es sólo divina y nada más. ¿Qué entonces con las moléculas de mi inspiración? ¿Qué entonces con las reacciones químicas que rigen mi vida? Al diablo con él.
Somos lo que sentimos. Esa energía que trae la vida consigo. Por eso yo ya no puedo estar aquí. Me escapo, me escapo de esta tortura lejana para correr contigo. Diva del sol.
¡Cámara al desnudo!
Irrigaciones
Saturday, February 10, 2007
Siluetas
Thursday, February 08, 2007
Destilando pensamientos
Siento ardor en mi garganta. Cada gota se absorbe lentamente. Dos o tres pasos y mis huellas yacen en la nieve. Le gritan al mundo un pasado, el fósil acuoso de la dirección.
Me sigue quemando el cuerpo; pero esta vez mi necedad se exacerba. Quiero más. La nieve no parece enfriarme.
A lo lejos, el horizonte ríe: presumiendo que nunca llegará el día en que lo deje de admirar. A él, que es tan infinito, tan armónico. Mientras tanto, yo sigo ardiendo en el goteo de mi martirio. Lo que necesito ya es cuestión pasada. No quedan más palabras ciertas. Sólo silencio y quemazón. Ahora hasta la pansa se desgarra.
Tres estados de coma... el de una realidad general... el de una realidad imaginaria... el de una realidad personal. Estoy en coma con los tres; el goteo comienza a gustarme. Ahora que el universo venga completo a mi. Que me disuelva. Que robe mi energía.