Fotografía de Lord Alejandro Felpa
La mujer de pelo chino duerme,
descansa, medita,
con saliba en la comisura de sus labios.
.
Cuántos hombres osan retarle al amor
que por un gramo de dulzura la conquistan,
y ella duerme serena
a sabiendas de que ni un kilo lo lograría.
.
Pero no se trata de cantidad o de pena,
más bien es un asunto de profundidad.
El que ama sus ojos de fina mirada,
atinada conquista podría realizar.
.
Ahora la baba escurre de su lengua
hacia cada rincón de mi cuerpo.
¡Que no es cantidad señores!
Sino dulce amor sincero de paleta,
comestible,
el que se le debe dar.