Estaba contando por la mañana: 1, 2, 3, 4, 5…
quizás era tiempo; ó tal vez besos que,
estando junto a ti, podría darte.
.
Cuando inicié, todos parecían ser tuyos.
Pronto comprendí que eran más bien sobre ti,
sobre tus manos, tus ojos y tu cuerpo.
1, 2, 3, 4, 5… pedacitos de ti…y comenzaba una vez más la cuenta.
.
En el uno siempre recordaba tu cabello rizado,
el chino seductor que reposa en cada uno
de tus hombros. Y que despeino con frecuencia
por deleite mío y molestia para ti.
.
2, 3 y 4 retumbaban como palmaditas en la espalda,
aquellas que de ser aplicadas con sensualidad,
expresan que te quiero y algo más.
.
Con el 5 pensaba en rosas, preguntándome
cuál sería tu flor preferida. Esas brillantes y llenas
de color, o más bien flores sinceras como la orquídea.
5 nubes para hacerte un colchoncito de amor.
.
Luego, mientras contaba miré el cielo.
Azul, claro, abierto y armónico, invitándome
a no contraer más mi deseo; sino a expandirlo.
A estirar lujosamente lo que siento por ti.
.
En uno me atraes con lindura.
Llegando al dos se ha convertido en deseo;
Ya arribado el tres, es cariño lo que siento.
Cariño por ti.
Luego, el cuatro es galante expresando
pasión; en tus caderas, tus hombros y tu espalda.
Cinco es el mejor.
Grita que la vida lo sabe y el mundo también,
Que no queda pretexto alguno para ocultarlo y
desvela, con singular alegría, el sentimiento
marcado y sincero de mi amor.
.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco… quiero estar junto a ti.
quizás era tiempo; ó tal vez besos que,
estando junto a ti, podría darte.
.
Cuando inicié, todos parecían ser tuyos.
Pronto comprendí que eran más bien sobre ti,
sobre tus manos, tus ojos y tu cuerpo.
1, 2, 3, 4, 5… pedacitos de ti…y comenzaba una vez más la cuenta.
.
En el uno siempre recordaba tu cabello rizado,
el chino seductor que reposa en cada uno
de tus hombros. Y que despeino con frecuencia
por deleite mío y molestia para ti.
.
2, 3 y 4 retumbaban como palmaditas en la espalda,
aquellas que de ser aplicadas con sensualidad,
expresan que te quiero y algo más.
.
Con el 5 pensaba en rosas, preguntándome
cuál sería tu flor preferida. Esas brillantes y llenas
de color, o más bien flores sinceras como la orquídea.
5 nubes para hacerte un colchoncito de amor.
.
Luego, mientras contaba miré el cielo.
Azul, claro, abierto y armónico, invitándome
a no contraer más mi deseo; sino a expandirlo.
A estirar lujosamente lo que siento por ti.
.
En uno me atraes con lindura.
Llegando al dos se ha convertido en deseo;
Ya arribado el tres, es cariño lo que siento.
Cariño por ti.
Luego, el cuatro es galante expresando
pasión; en tus caderas, tus hombros y tu espalda.
Cinco es el mejor.
Grita que la vida lo sabe y el mundo también,
Que no queda pretexto alguno para ocultarlo y
desvela, con singular alegría, el sentimiento
marcado y sincero de mi amor.
.
Uno, dos, tres, cuatro, cinco… quiero estar junto a ti.