En la avenida de los sueños, las vitrinas de cada comercio muestran sonrisas elegantes y seductoras. Sidé está impresionado. Recuerda sus marchas nocturnas por los Campos Eliseos en Francia, o bajo la puerta de Alcalá en España; sin embargo, la emoción de chiquillo que vive (acompañada de mucha curiosidad), sólo la ha sentido hasta ahora, nadando en los mares de la aventura.
¿Qué siente? Una explosión de deseos. ¿Qué piensa? Piensa en un sin fin de ilusiones. ¿Qué vive? Nada más y nada menos que el reto más grande de su existencia completa: la felicidad.
Qué bonito.