Ven y nos tomamos un mate
puede ser a las cinco o a las seis
de tarde, cuando la chaviza trama.
Si prefieres puede ser un café
es amargo y se acompaña con chocolate
yo prefiero tu aroma
de historias aventureras y nocturnas.
Anoche dormías y yo también
mi sueño permeaba tu mente
con fantasías de deseo que arrancan la piel
que surcan el mar
de oleaje espeso.
Ven y nos tomamos la mano
y caminamos así como amiguitos
y sonreímos a los costados
y corremos hacia Monte
donde tu vida se cuenta.
Ven, sólo ven y a ver qué pasa.