Hoy vamos a hablar de Sidé. ¿Que quién es él? Eso ni el autor lo sabe. Quizás un producto de su imaginación ó una agrupación de palabras sin sentido. Lo importante no es su nombre, sino lo que hace. Camina por las calles observando a la gente. Cada día capta la esencia de todo ser humano con el que topa. Para ello, sigue un procedimiento sistemático: primero le estudia los ojos y su expresión con minuciosidad (si son verdes ó negros ó azules ó de algún color peculiar); luego, observa los gestos protagonizados por cada movimiento de la boca o las cejas; finalmente, se acerca y procura olfatear un poco a su alrededor sólo para captar algún aroma único. Así, logra crear una imagen mental de como deben ser sus actitudes e ideología. Sidé sólo falla ocasionalmente con su diagnóstico de personalidades. Como resultado de ésta ardua tarea (que realiza cada vez que alguien se le acerca) ha identificado una característica especial de los seres humanos: las palabras que pronuncian se relacionan íntimamente con su personalidad.
